La hermandad pasó un día de convivencia en el Cortijo San Martín de Moraleda.

Los más pequeños -todos emborrizados de disfrute y suciedad, a la ducha al final del día- lo pasaron en grande descubriendo los rincones del cortijo. Había que buscarlos investigando en la capilla, en la plaza de tienta, que también sirvió de campo de fútbol, o en ese cobertizo que tiene ‘El Compadre’ -quien también nos acompañó-, en el que se guardan los objetos más insospechados que se puedan imaginar. Como el cortijo no tiene piscina, una manguera y, los juguetes acuáticos de los niños y Encarni con un difusor, fueron refrescando a los asistentes.
Los mayores tenían menos pérdida bajo el entoldado, junto a la barra y los fogones. Entre cervecita y tinto de verano fue transcurriendo la jornada. Fue un buen momento para la conversación de nuestras cosas, cada uno a su amor, pero que como casi siempre tiene como punto común la cofradía y su actividad. La Magna Mariana, la Semana Santa y las cosas de siempre fueron los temas de tertulia.
Ya por la tarde, los que aguantaron, siguieron los pormenores del partido de ascenso a Segunda B que disputó el Granada C.F. B que entrena nuestro hermano Joseba Aguado, y que consiguió, pese a perder contra el Extremadura, el ascenso de categoría.
Nos cuentan que Joseba ya ha pasado por Santa Ana a agradecer al Señor y la Virgen sus cosas, y que puede que vuelva con su plantilla. Enhorabuena, Joseba. En el plano futbolero, España no remató la jornada tan bien. Animamos a Vicente del Bosque a que haga como Aguado y guarde una foto de la Esperanza y el Gran Poder en la cartera. Le faltaron el domingo. El Mundial está cerca y es buen momento para resarcirse.
Total que se echó un día muy bueno de convivencia ‘esperanzativa’ tras un curso intenso.
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Fotos: Encarni Quintana