El azulejo, costeado por hermanos, es obra de Rafael Reina.
Era una aspiración de la hermandad desde hace unos años. Y, por fin, desde el pasado sábado ya es una realidad. El retablo cerámico con la efigie de Nuestra Madre de la Esperanza está ubicado en el número 24 de la calle Elvira, uno de los pasos más emblemáticos de nuestra corporación cada Martes Santo.
La idea partió de un grupo de hermanos que abrieron la participación a todos cuantos quisieran hacer su aportación económica. La respuesta fue amplia, y el magnífico resultado se puede ya contemplar en la calle Elvira.
Tras los cultos mensuales de la cofradía Manuel García Gálvez, párroco de santa Ana y director espiritual de la hermandad, bendijo el retablo cerámico en un acto sencillo y entrañable que contó con la presencia de hermanos de la cofradía y devotos de Nuestra Madre.
La obra artística es trabajo de Rafael Reina, sevillano afincado en Granada, y plasma perfectamente la belleza de la Niña de Santa Ana.
Un particular ha ofrecido su casa para que la Virgen de la Esperanza presida su hogar y bendiga a cuantos pasen por la calle más antigua de Granada.