«Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo»

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38. Miércoles de la cuarta semana de Cuaresma. La Anunciación del Señor.

    Fotos: Sergio Aguayo

    En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
    El ángel, entrando en su presencia, dijo:
    «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
    Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo:
    «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
    Y María dijo al ángel:
    «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?».
    El ángel le contestó:
    «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».
    María contestó:
    «He aquí la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra».
    Y el ángel se retiró.
    Palabra del Señor.