CRÓNICA MARTES SANTO 2013

El Martes Santo, al igual que todos los días de la Semana Santa que acaba de concluir, estuvo marcado por la inestabilidad meteorológica. La lluvia, esa hermana de cuota de cualquier cofradía, está sacando su papeleta de sitio en los últimos años de una forma que se está convirtiendo en tradicional. Es raro el día que no viste su túnica húmeda.

Nuestro día no fue excepción y durante la primera parte de la jornada preparó el ánimo  más para una suspensión de la Estación de Penitencia, que para su normal desarrollo. Sin embargo, la tarde fue mejorando las previsiones consultadas insistentemente por los hermanos a través de la tecnología que nos rodea.

Los hermanos, puntuales, acudieron a la cita en Santa Ana en la que el Señor del Gran Poder y la Virgen de la Esperanza nos esperaban en sus pasos para acompañarlos en la Estación de Penitencia de la cofradía. Poco antes de las seis de la tarde la Junta de Gobierno con el hermano mayor, Francisco Fernández al frente, se reunía para, una ver informados de la previsión meteorológica, aprobar realizar nuestra pública peregrinación a la catedral de Granada. Conocido el acuerdo por los hermanos, éste fue refrendado con una cerrada ovación.

Así las cosas a las seis en punto se abría la puerta de la iglesia para que la cruz de guía marcase el discurrir de nuestro cortejo por las calles de Granada. El paso de Jesús del Gran Poder salió a los sones de ‘El Manuel’ interpretada por la banda de cornetas y tambores de nuestra corporación que tuvieron una importante actuación a lo largo de toda la tarde-noche ofreciendo sus composiciones al Señor que da nombre a la formación. Poco después se ponía en la calle el paso de palio de Nuestra Señora de la Esperanza en este caso al compás de ‘Coronación de la Macarena’. La cofradía comenzaba su Estación de Penitencia.

La estampa de Plaza Nueva, completamente repleta de un público ávido de hermandades en la calle, volvió a emocionar a los hermanos a medida que iban bajando la rampa de Santa Ana.

Uno de los momentos que más se esperan en el recorrido de nuestra corporación es la visita a San Matías. Como cada día de la Semana Santa, una representación de la hermandad de Paciencia y Penas, con su guión corporativo al frente, aguardaban a nuestros titulares para rendirles pleitesía. Y de igual modo, tanto el paso de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder como el de su Bendita Madre de la Esperanza, se giraron hacia el interior de la Imperial de San Matías, ofreciendo uno de los mejores momentos del tránsito de la hermandad.

Esta imagen volvió a repetirse, ya de regreso, en la calle Elvira, ante el templo de los Hospitalicos. Una vez más, mucha gente busca este momento en el recorrido de la cofradía, por la emoción que inspira y por el buen hacer de nuestra cuadrilla de hermanos costaleros.

Una de las novedades que presentó al hermandad en su recorrido fue la inclusión de la calle Baratillos, en el barrio de San Agustín, en su regreso a Santa Ana, motivado por la necesidad de no coincidir en nuestro trayecto con la cofradía del Vía Crucis.

Y fue casi desde este punto, desde el que se empezó a formar ‘la bulla’, que fue ampliándose hasta las mismas puertas de la iglesia.

 En las inmediaciones de nuestra sede, la lluvia hizo acto de presencia. Nuestro Padre Jesús del Gran Poder así como la mayoría del cortejo habían entrado en el templo. No así Nuestra Señora de la Esperanza, cuya cuadrilla tuvo que emplearse para realizar la entrada con rapidez. Pero un inesperado inconveniente hizo retrasar un tanto esta acción. Uno de los zancos del paso de palio se resistió a ser quitado, por lo que la Virgen entró en su templo unos minutos más tarde de lo previsto, aunque sin ningún problema. Ya dentro, la voz de nuestra hermana Leticia  entonó el Ave María que conmovió a cuantos se encontraban en Santa Ana.

El regreso de la hermandad, desde Plaza Nueva, fue ofrecido por Canal Sur Televisión para toda Andalucía. Como curiosidad, hay que comentar el gran protagonismo que tienen las redes sociales. Imágenes de la cofradía en la calle se fueron colgando en Twitter y Facebook a tiempo real, por lo que los que se encontraban lejos tuvieron puntual referencia del lugar en el que se estaba el cortejo en cada momento.

De esta manera, se dio por concluida la estación de penitencia. Satisfacción en los rostros de los 700 hermanos que compusieron el cortejo, así como de cuantos, con tarjeta cero, accedieron al templo. Un recinto que cada año se queda más pequeño ante la gran afluencia de personas que, de una manera u otra, acompañan a Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y Nuestra Señora de la Esperanza.