El Martes Santo es Tu Día y El Día de muchos. No hagas de este Martes Santo un día más, ni tan siquiera un Martes Santo más. Somos todos albaceas de este gran tesoro material e inmaterial que es Nuestra Hermandad. Es Nuestra responsabilidad trasmitirlo, cada uno en su sitio, a esa Granada que espera ver la carita más bella de la Niña de Santa Ana, la que muestra cuando abre corazones y apaga recelos. Tiene 301 años, pero su fortaleza de Niña es tan pura que si la damos a conocer, estaremos regalando con nuestro ejemplo esa virtud que tantos necesitan.
Hermano, revestido de la dignidad de tu túnica, como Cristo, que siendo Gran Poder llevó la Cruz, lleva tu penitencia por dentro, en tu anonimato, en tu silencio, en tu soledad acompañada de las filas de tus hermanos. Costalero, que tu costal sea el halo de santidad que merece tu amigo y aún tu enemigo. Que tu esfuerzo tenga el sentido correcto, que fuera del paso seas tan escrupuloso en tu deber como dentro, sabedor del ejemplo que das. Hermana Mantilla, cuando pases frío, acuérdate de tantos nazarenos que necesitan Cirineos, ofrece por ellos tu molestia y esfuerzo. Monaguillos, confiar siempre en Dios que es el que nunca falla, y rezar por las familias que han cuidado cada detalle para que hoy estés más guapos que nunca. Fiscal de calle, que tu día a día esté tan atento del que más lo necesite como tú toda la tarde de Hoy de todos los del cortejo. Hermanos de la banda, que vuestros sones no se apaguen en la madrugada fría de Plaza Nueva, si tenéis las manos tan abiertas para ayudar como los pulmones, seremos capaces de cambiar el mundo sin dudarlo.
Rezad, no lo deis por hecho, rezad, acordaros de los que no están, y de los que están y pasan hambre o frío como quizás vosotros solo esta noche. Acordaros de nuestra Iglesia, de nuestros sacerdotes y de nuestras monjitas. Implorar para que la presencia de Dios esté siempre en los que padecen enfermedad o desempleo.
Que este Martes Santo no se apague con el último pabilo, que el conjunto de nuestra oración y ejemplo den testimonio de la alegría de ser Hermanos de la Esperanza. Que la marea verde se meta sin posibilidad de salir en otros corazones como entró en el nuestro hace ya un tiempo.Que la Esperanza sea vuestro Gran Poder.