Es 18 de diciembre.
¡Feliz día de la Esperanza!
Con las prisas de una semana que comienza, el esperanzo hoy se levanta distinto.
En esta fría mañana de diciembre da inicio una jornada marcada en verde en el calendario.
¿Cómo no hacer de hoy un día mágico? Y es que hoy, también llevaré en mi cartera mi medalla de la Hermandad.
Y es que llevo también el beso que hoy mi hermano no puede dar, pero que él me ha pedido que yo te dé.
Porque el esperanzo hoy lleva peticiones y plegarias imposibles que solo Ella y su bendito Hijo consiguen. Pero también lleva agradecimientos, y es la Fe en Ella la que te ha movido a ser como eres, esperanzo.
Y es que hoy hermanos, hoy no es un día cualquiera…
Hoy estará Nuestra Señora de la Esperanza con nosotros, como siempre, pero más cerca que nunca. Esperando paciente nuestra llegada, nuestra mirada, nuestro beso.
Y es que Madre y Señora Nuestra de la Esperanza, queremos ser tu Corona.