La iniciativa solidaria de la Cofradía y la Fundación Amaranta se muda a un nuevo inmueble más amplio y cercano a las madres adoratrices.
La Fundación Amaranta y la Hermandad han mejorado la Casa de la Esperanza. Fruto de la necesidad y la incesante demanda que la fundación Amaranta tiene, el pasado abril, las hermanas adoratrices plantearon a la Hermandad la necesidad de mejorar las dependencias que ocupaba la Casa de la Esperanza. Dicho y hecho, fruto de la colaboración de ambas partes, hemos mejorado la Casa de la Esperanza con un piso más amplio, luminoso y cercano a la casa madre de la orden de religiosas para que su atención sea más directa y mejoremos la estancia a las tres familias ‘monomarentales’ que lo habitan. Se han trasladado todos aquellos enseres y elementos del ajuar que, generosamente, las familias y entidades colaboradoras donaron durante la instalación de la anterior. El nuevo inmueble se encuentra en el mismo barrio granadino.
La actividad en la Casa de la Esperanza –tristemente- no acaba, y así viene ocurriendo sin cesar desde la primavera de 2017. Nuevas familias han seguido entrando a formar parte del proyecto de las hermanas adoratrices, una casa por la que más de doce madres con hijos han pasado ya, buscando esperanza y encontrando el cobijo que otros le negaban. Ha sido ahora, cuando la necesidad lo demandaba, el momento de seguir sacando brillo a la mejor joya de la corona de nuestra Madre; por eso, hermanos, nunca dejéis de colaborar para que siga luciendo la presea tan necesaria, de un sueño cumplido que nos llena de alegría y de esperanza.