Solemne Quinario a Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Quinto día.

Por la señal de la Santa Cruz…

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. Por ser vos quien sois, bondad infinita y porque os amo sobre todas las cosas, Me pesa de todo corazón el haberos ofendido.También me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.Ayudado por vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar.Confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta, AMEN.

ORACIÓN PREPARATORIA

Jesús Nazareno del Gran Poder, postrados a vuestros pies, recocemos nuestras ingratitudes, y arrepentidos de nuestros pecados, proponemos, con vuestra ayuda, no volver a ofenderos. Animados por vuestra infinita bondad y por los muchos favores que otorgáis a los que imploran ante vuestra imagen misericordia y perdón, os pedimos, ¡oh nuestro buen Jesús!, que, en memoria de vuestra Pasión, atendáis nuestras súplicas en este quinario, si son de vuestro agrado y para provecho de nuestra alma. Amén.

Día quinto: hoy pedimos por todos los miembros de nuestra para que ésta Cuaresma sea fructífera y nos conduzca a la celebración del gran gozo Pascua de Resurrección.

INVOCACIONES

Jesús Nazareno del Gran Poder, por vuestra Pasión, tened misericordia de nosotros. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Jesús Nazareno del Gran Poder, encended en vuestro amor nuestros corazones. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Jesús Nazareno del Gran Poder, salvad nuestras almas redimidas con vuestra sangre. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Liturgia de la palabra


ORACIÓN FINAL

Padre nuestro, Jesús Nazareno del Gran Poder, Al considerar vuestra bondad y vuestro amor para con nosotros, un grito de gratitud y amor sale de nuestros labios. Por nuestro amor bajasteis a la tierra y sufristeis los dolores de la pasión, muriendo clavado en una cruz; por nuestro amor os disteis, como manjar, en el Sacramento de nuestros altares; por nuestro amor os manifestáis en esta Imagen bendita, cargado con la cruz y coronado de espinas, con el rostro dolorido, símbolo de vuestro sufrimiento. Y para corresponder a tantos favores os pido la gracia de cumplir siempre vuestra ley santa y de morir en vuestro amor. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.