Nuestra Señora de la Esperanza

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La Imagen de Nuestra Señora de la Esperanza es una de las obras cumbres del barroco granadino. Data del año 1.718, en que fue realizada por el insigne escultor granadino José Risueño de Alconchel. Es una dolorosa de candelero, de sentida y dulce expresión, que fue calificada por María Elena Gómez Moreno como «…sin duda, la más bella Imagen de vestir de Granada…».

Originariamente, fue concebida por su autor con las manos orantes, entrelazadas, muy acordes con su inicial advocación «Nuestra Señora de las Tres Necesidades», titular de la primitiva y dieciochesca Hermandad del Santo Entierro de Cristo. Sin embargo, desde el día 1 de marzo de 1928, se ofrece al culto por nuestra Hermandad con las manos separadas –oferentes-, las cuales realizara el escultor granadino Enrique Martínez Olalla, quizás más en consonancia con su advocación contemporánea y por cuya hechura percibió de la Cofradía la cantidad de 300 pesetas.

En el año 1.994, durante el proceso de restauración a que fue sometida la Imagen por las profesoras de Restauración de la Universidad de Granada Doña Ángela Rojas Santos y Doña Carmen Bermudez, fue descubierto en los ensamblajes del candelero de la Sagrada Imagen un pergamino que confirmaba definitivamente la autoría de José Risueño, así como el año de ejecución. No obstante, debe destacarse que ya el prestigioso Catedrático de la Universidad de Granada Don Domingo Sánchez Mesa había aventurado dicha atribución en su tesis doctoral sobre el artista, realizada en 1978 y publicada por la propia Universidad, en la cual señaló sobre la Imagen que “tiene rostro de bello óvalo y sentida expresión y en ella Risueño consigue crear algo distinto a las numerosas y amaneradas vírgenes de vestir posteriores a Mora, existiendo en el modelado de la cara aciertos de maestro imaginero que estudia la obra y no se limita a la repetición de fórmulas conocidas”.